No supervisar o reforzar el cepillado

No supervisar ni reforzar el cepillado de los niños puede comprometer su salud bucal, favoreciendo el riesgo de caries y enfermedades dentales
No supervisar o reforzar el cepillado
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¿Por qué no supervisar o reforzar el cepillado de los niños es un error?

No supervisar ni reforzar el cepillado de los niños puede comprometer su salud bucal y aumentar el riesgo de caries y otros problemas dentales. Aquí te explicamos por qué:

Los niños no tienen la destreza suficiente

Hasta aproximadamente los 7-8 años, los niños no desarrollan completamente la coordinación motriz necesaria para un cepillado efectivo. Sin supervisión, es probable que dejen zonas sin limpiar, permitiendo la acumulación de placa bacteriana y aumentando el riesgo de caries.

Previene la formación de caries y enfermedades en las encías

Un cepillado deficiente puede llevar a la acumulación de placa y sarro, causando caries interdentales y gingivitis. La supervisión de los padres garantiza que se utilice la técnica correcta, el tiempo adecuado y la cantidad recomendada de pasta con flúor.

Fomenta hábitos de higiene bucal a largo plazo

Si los niños adquieren una rutina adecuada desde pequeños, será más fácil que mantengan buenos hábitos en la adultez. Los padres deben reforzar la importancia del cepillado, convertirlo en una rutina diaria y enseñarles a hacerlo correctamente.

¿Cómo ayudar a los niños en su cepillado?

✅ Supervisarlos y, si es necesario, repasar el cepillado en las zonas de difícil acceso.
✅ Usar cepillos adecuados para su edad y pasta dental con flúor.
✅ Establecer una rutina fija: mañana y noche, mínimo 2 minutos de cepillado.
✅ Enseñarles con el ejemplo: si ven a sus padres cuidar su higiene bucal, lo harán con